Cuenta la historia que un día de verano en los Alpes suizos, Coque y Miriam escalaban en la montaña cuando un enorme estruendo les sorprendió.

Cautelosos, creyendo que eran desprendimientos, observaron a su alrededor vislumbrando en la lejanía lo que era un pequeño punto rojo que se hacía más grande a cada segundo que pasaba.

Así es como conocieron al Mamut rojo.

Cuando descendieron para observar tal magnifica criatura, encontraron una mole de chapa roja que conservaba aun los colmillos de lo que minutos atrás pertenecía al prehistórico animal.

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Algunos ingenieros y mecánicos lo llamaron Volkswagen LT 40.